domingo, 21 de diciembre de 2008

Premios "Odio a Colombia" 2008

Llegó el momento de los balances de fin de año. Y este blog aprovecha las fechas navideñas para otorgar a manera de aguinaldo sus ya tradicionales premios: Hombre del año, Pensador del año, Película del año, Cintura de oro, Perdidos del año, Mejor blog del año, y Mejor canción del año.


HOMBRE DEL AÑO

Un caballero de fina estampa, como lo define mi abuela, un señor muy trabajador, como lo percibe mi madre. Hay que agregar a larga lista de virtudes que mi presidente es un hombre de familia, padre ejemplar que supo inculcar los valores de la pujante raza paisa a su estirpe. Me gusta verlo con su ruanita, sobrero, y carriel. Su pinta de capataz y señor de las tierras se ajusta con su fina labia antioqueña. Aborrecemos esos trazos que lo desdibujan como seminarista pajuelo o versión andina del macaco chavista. Ha sido comparado con el “chino Fujimori” pero es una broma de malgusto porque nuestro gobernante, a diferencia del “cholo nipón”, es una mansa paloma que desconoce por completo las andazas de sus funcionarios y generales.



















Imagen original de http://uribestiario.wordpress.com/


PELÍCULA DEL AÑO

Gracias a la ley de cine, y a los alocados esfuerzos de la dirección nacional de cinematrografía, Colombia tuvo un año pletórico en el campo de la producción de historias para el celuloide. En especial destacamos una película que arrasó en taquilla y desde ya promete consagrase en los prestigiosos festivales de Cartagena y Bogotá. Ni siquiera la laureada “Perro come Perro” pudo hacer tambalear la superproducción escrita y dirigida por David M.G, el nuevo “enfant terrible” del séptimo arte criollo.




















Imagen original de http://uribestiario.wordpress.com/

PENSADOR DEL AÑO

Por primera vez en toda la historia de estos galardones se decide premiar toda la obra completa de un autor en un año de producción literaria. Es un reconocimiento a la incansable labor de un intelectual y creador de ficciones. Comparado con el ministro de propaganda Nazi, Joseph Goebbels, nuestro faro crítico ha sido capaz de recoger en su vasta obra la gesta antiterrorista como también el pensamiento de su amo y señor. La imagen muestra la serenidad del intelectual quien prefiere hacer de una agresión universitaria una “perfomance” pedagógica. Nos preguntamos qué habrá pasado con el atrevido muchacho, seguramente trabaja en el centro de pensamiento de nuestro galardonado.














Foto de El Espectador.


PERDIDOS DEL AÑO

En una reñida decisión entre los miles de desaparecidos, los secuestrados, y los capos paramilitares extraditados, este blog apatrida ha decidido compartir este reconocimiento, para que no se los coma el olvido, entre los secuestrados y los muchachos desaparecidos de Soacha.




















CINTURA DEL AÑO

Por encima de la morenaza que vi el sábado en el bar de la esquina este movimiento entró en el hall de la fama junto con la habilidad de cintura de Shakira y el Happy Lora.















Gif publicado por Jen en http://forums.nonewbs.com/showpost.php?p=2847281&postcount=193


MEJOR BLOG DEL AÑO

Este blog reconoce a Uribestiario como el mejor blog del año por su capacidad crítica y humorística de sus geniales imágenes. Como premio fue seleccionado para engrosar la selecta lista de sitios recomendados por nosotros, como también para nutrirnos de sus imágenes con o sin su permiso. Felicitaciones colegas blogueros.




















Imagen original de http://uribestiario.wordpress.com/


CANCIÓN DEL AÑO

Ni Juanes pudo superar la tonada que se escuchó con gran intensidad en los campos y calles del país del sagrado corazón. Compuesta e interpretada por el también desaparecido grupo francés “Mano negra” la hicieron suya guerrilleros, paramilitares, militares, y gente de bien (pero nunca por mi presidente). Se erigió como una melodía que puede reemplazar el ¡Oh, gloria inmarcesible! ¡Oh, jubilo inmortal!


sábado, 13 de diciembre de 2008

Ponme un trago más


A inicios de semana estuve en una de esas fiestas que a fin de año las empresas organizan para sus empleados. Música, licor, juegos, rifas, premios, comida, todo un derroche de generosidad. Bueno, es un decir, porque eso depende de la solvencia de la empresa. En el caso en mención la verdad sea dicha no tiraron la casa por la ventana, pero los empleados recibieron con mesura de todo un poco. El lugar de la celebración fue una villa campestre muy cerca de Tenjo, en plena sabana de Bogotá. La mañana fue perfecta, sol, un cielo de postal, y todos felices. A medio día el almuercito, y dos horas después las cervezas comenzaron a fluir. Como los jefes ya conocen a sus lacayos, la entrega de las botellas fue limitada para garantizar que los comensales no rebasaran la raya de la cordura y las buenas maneras. Pero como lacayos conocen a sus jefes entre sus maletas traían una provisión extra, en botellas de agua el aguardiente y el ron pasaban como agua bendita. La orquesta comenzó a tocar. Los animos se dispararon y el baile y la alegría fueron buscando su punto más alto.

Y así se fueron consumiendo las botellas y la tarde. El sol se empeñaba en tener un bonito detalle con todos y fue a parar contra los cerros. Las tandas musicales hacían bailar a unos cuantos, pero la gran mayoría permanecían sentados y en silencio. Tal vez no había mucho que celebrar. Por lo que me contó una empleada a la que el alcohol no propiamente le curó la herida, desde hace dos años no les subían el sueldo, y como si fuera poco, en plena caída de las bolsas en el rimbombante mundillo del Wall Street, les llegó un mensaje al correo institucional anunciando duras medidas gracias a la recesión mundial. Yo no soy experto en bolsas y talegos pero con un poco de dedos en la frente puede uno ver que en un país como este que no depende de las grandes inversiones en las bolsas, qué coños tienen qué ver las quiebras de los pulpos bancarios del tío Sam.

Nunca he sido un as para el baile pero si reconozco cuando se baila con ganas o simplemente se hace del asunto un sello por triplicado. En esa tarde a los bailadores las piernas apenas se movían y la alegría se les había refundido. Noté que algo se arrastraba como podía en el piso, ahí estaba la pobre, pisoteada y llena de moretones. Como pude la llevé a una silla. Le di un poco de mi cerveza. Le acomodé el vestido y con disimulo le toque una teta. Ustedes perdonaran tal abuso, pero es que la alegría tiene un buen par de melones, nada de limoncitas. No se imaginen la alegría anoréxica porque no les cuadra. A la alegría la bauticé con un chorrito de cerveza en la cabeza y la llamé Sofía. Como la Loren. Le pregunté que le había pasado y la muy sorronga me aseguró que todo se debía a que no había nada en el fondo de las botellas. Una razón poderosa. Los empleados se la bebieron toda para ahogar de un solo envión las amarguras laborales y la certeza que este año tampoco subirán el sueldo.

Cerraron la jornada un trío de mariachis. O mejor una familia de mariachis. La situación está tan jodida que no alcanzó para contratar a todo el combo de músicos charros. El trío, como seguramente ya lo adivinaron estaba compuesto por padre, madre, e hijo. El varón cantó una seguidilla de temas que enaltecen el machismo en su más pura expresión, y la dama charra (tenía sombrero y pistolas) no se quedó atrás, la mujer se cantó una seguidilla de temas que parecían más un canto de guerra feminista que unas lindas canciones de amor, y el niño, el retoño colombo-mejicanito, pues solo tuvo pulmón y memoria para hacerle a una letra, la ya clásica y llevada al cine: la de la mochila azul. Así se fue la tarde. Triste y vacía.

De regreso, en los buses contratados para llevar a puerto seguro a todos los oficinistas, el silencio reinó durante el trayecto, a excepción de uno que otro lamento de borracho. A fuera se veían los últimos rayos de luz, por tres minutos el paisaje estaba completamente rojo, quiso el sol despedirse con otra imagen de postal, sobre un trigal unas flores púrpuras despuntaban en medio del intenso rojo. Dentro del bus los empleados dormían su lánguida borrachera.

viernes, 5 de diciembre de 2008

El Angulo del Chupacabras

De la flora y fauna nacional hay que destacar con una entrada propia al vampiro banquero colombiano. Mamífero silvestre que ronda día y noche nuestros cuellos desnudos. Este animal tiene un apetito voraz y a diferencia de sus congéneres no lo detiene nada, ni los ajos, ni los crucifijos, ni el agua bendita, no hay monseñor Rubiano con pepino en mano que valga.

Sus orígenes son inciertos, pero se tiene noticia que se formó en la Universidad Nacional del Colombia. La institución universitaria más importante y cerrada de toda la república bananera. Es inexpugnable, y solo los mejores estudian para ser profesionales en ese campus.
Su nivel académico es alto y se supone que todos los que allí trabajan y estudian aman al país más que nadie.

Y por lo general es así. Pero excepciones tiene la madre naturaleza. He conocido a varios que de muchachos arengaban en contra del gobierno y las multinacionales, y hoy son asesores ministeriales o empleados con sueldos tan jugosos como las tetas de Vicky Dávila.

Este animal es uno de ellos. No salió de la UN a crear empresa sino a fundar su banco. Uno diría hombre, sin duda será un banco para los colombianos, para que no tengan que meter su platica en pirámides etéreas. Pero no, el hombre se levantó desde la base para llegar a la exclusiva lista Forbes, donde sólo los billonarios del mundo pueden rubricar su nombre.

¿Y cómo logró tal prodigio? Sencillo, chupando cabras. Imagínese usted que para llegar a esa lista desde un país como el nuestro, debe ser uno un verdadero vampiro que chupa hasta la médula, ya no feliz de la sangre, sigue chupando hasta engullirse las venas vacías y la sustancia de los huesos limpios.

A mi correo llegó un mensaje masivo. Un carta de un colombiano que perdió todo en la pirámide. Me conmovió, aunque no lo crean. Y en ella cuenta varias verdades, luego de reclamar a su presidente, el que tanto amó, y apoyó durante todos estos años, como esta:

"Le descuenten por consultar saldo, o mejor, por saber cuanto tiene y si aún tiene, le descuentan por hacer consultas por Internet, sobre su mismo dinero, le descuentan si consulta por teléfono sobre su mismo dinero, a la tercer vez que pregunte en el mismo día. Claro está que en las dos primeras nunca obtiene respuesta y qué casualidad que siempre llega a la tercera,si pide un retiro de su dinero en cheque le cobran por ese cheque,le cobran cuota de manejo por "tenerle" su cuenta de "ahorros" que nunca llega a serlo. Cómo, si guarda 10 mil y en un mes la cuota de manejo es de 6 mil."

Y siguen las verdades envueltas en lamento:

"Le descuenten el 4 x mil, 3 x mil y 2 x mil según la historia y ella misma dijo alguna vez que ese descuento se creó sólo para ayudar a los damnificados del terremoto del eje cafetero, porque con esa medida se querían recoger fondos para su auxilio, pero la recolección fue tan buena que se les pegó y mire cómo nos tienen. ¿En qué se usa ese dinero, nuestro dinero, hoy día? Ah, colombianos sin memoria".


Reclama la memoria de sus compatriotas. Y tienen razón. Aquí olvidamos muy rápido. La hecatombe prevista por la desgracia social de las pirámides en ruinas ya se quedó atrás, las tetas de Vikcy Dávila salen bailando en la burda sección de la "cosa política"y despistan a los pendejos con otros golpes de opinión.

Si compatriota, olvidan, cómo olvidan los colombianos a los otros colombianos.

Olvidan tanto que el domingo 16 de abril del 2006, Saúl Hernández Bolívar publicó una columna de opinión sobre el vampiro en cuestión y todos sus aportes a la patria, y nadie le prestó atención. Nadie porque todos estaban felices echándose un pajazo con la tetas de Vicky y las bolas del presidente con más popularidad de todos los tiempos.

En esa carta abierta a Luis Carlos Sarmiento le agradece los servicios a la nación del divino niño desde su sitial de dueño de la tercera parte de la banca nacional.

"Mientras usted y don Julio Mario ocupan destacado sitial en el listado de Forbes, Colombia ocupa preocupante posición en el coeficiente Gini que señala las economías más desiguales del planeta: hay barrios donde el nivel de vida es semejante al de Suecia mientras que en gran parte del país se vive peor que en África."

¿Por qué hasta ahora querido colombiano se da cuenta que los bancos nos chupan la sangre? ¿Por qué no incendiaron el palacio de nariño, o el banco de Bogotá? ¿Por que fueron tan bestias de votar por Uribe si es ficha de los banqueros? ¿Por qué hasta ahora venimos a descubrir que la banca colombiana cobra el mayor interés de usura en toda América?

!Ah, hermano colombiano! Solo brincamos y reclamamos solidaridad cuando nos meten la mano al bolsillo. De resto que solidaridad de mierda por lo secuestrados o los niños gamines o los damnificados o las niñas putas de pirry.

El olvido, decía Borges, el memorioso, el ciego, el derechozo, el eterno... "El olvido es la fatalidad del hombre".

Hoy prenderé una velita a la virgen Lucía (la hija lesbiana de la vecina) a ver si me ilumina y de paso me concede dos favores, uno que el hermano colombiano se lea en estas tristes vacaciones por lo menos la carta de Saúl Hernández, y no se quede solo con el "Benignisimo dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres...", y el otro favor, el de ella, me lo reservo.







viernes, 28 de noviembre de 2008

David y Goliat

La colección de cristos colombianos tiene una nueva adquisición. De origen humilde, flaco, alto, de pelo largo, y un gran don para hacer milagros. David, el muchacho, el genio, el empresario, el mágico, el avión, el semidios entró al salón de la fama criminal de la república bananera con un golpe maestro al hígado del sistema financiero y un bofetón al presidente más querido por los colombianos de lo que va del siglo XXI.


De todo se ha dicho. Bueno casi de todo. Algo que faltaba era reconocer lo bien que hemos quedado a nivel internacional. Las grandes civilizaciones de la humanidad han dejado su huella. Griegos, romanos, chinos, mayas, incas, egipcios, etc… Todos ellos levantaron testimonios que se pueden ver desde la luna. Grandes obras, grandes pueblos.


Colombia, una gran nación, también ha dejado su aporte. En pleno siglo XXI los colombianos han construido un monumento que se puede ver desde el infinito y más allá.


David llevó a su máxima expresión un invento que había hecho las delicias en varias partes del globo en distintas décadas. Visionario cerebro capaz de levantar otra pirámide digna de las míticas Keops, Kefren y Micerino.


¡David, amigo, el pueblo está contigo!


Para la muestra un botón. Pitalito, Huila. Un caliente pueblo de gente linda y de bien, como lo son la mayoría de poblaciones en el país del sagrado corazón de Jesús. Hasta allí llegaron los apóstoles de David a predicar su palabra y hacer los milagros que su maestro a bien les había enseñado. El lugar era tranquilo y todos estaban enseñados a trabajar de lunes a viernes y a descansar los fines de semana. David, el telé gurú, ofició sus prodigios para garantizar a todos no tener que trabajar más y enseñarles a los pobres el milagro del pan y los pesos. El pueblo opita pronto vio la maravillas de disfrutar de los denarios rápidos, fáciles y numerosos. Con las bolsas llenas, y el corazón jubiloso, muchos dejaron sus labores y los fines de semana se extendieron hasta reducir los días laborales hasta cambiar las oficinas y puestos de trabajo por gratos días de ocio en el billar y en casa de las magdalenas.


¡David, maestro, danos más de esto!


El hermano abrazó al hermano. La madre amó más a sus hijos. El sol brillaba más que nunca. Y las esposas fecundas vieron tiempos propicios para ser fértiles una vez más y dejaron que sus maridos sembraran sus promisorias semillas.


Pero toda esta maravilla de no tener que trabajar más y vivir deseando a la vecina pronto encontraría su final. A lo lejos, entre el polvo del desierto, Goliat apretaba su puño gigante, un monstruo de 7 cabezas y 7 brazos. Las trompetas sagradas rompieron los cielos y su furia tomó carrera. León enfurecido. Toro bramante.


Con enjundia el judío avaro vio su banca quebrarse y encabronao soltó la cadena de Goliat, el cobrador gigante y malparido. El toro ladraba y batía el rabo mientras ganaba velocidad. Animal extraño de fina estirpe paisa. Hijo de puta parcero. Finquero. Capataz. Palurdo. Pirobo jefe de gobierno. Cafre jefe de estado.


Y Pitalito fue sacudido por la bestia. Ya no se pudo la vecina operarse las tetas. Ya no hubo denarios para comprar la Murano, ya no, ya no serás mía vecina rica, calentana y puta. Ya no serás mía.


Cómo me fueron a crucificar a mi cristo David. Flaco. Enjuto. Traicionado por todos los que lo montaron en la punta. En el punto de llegada de todas las líneas de tu geométrica promesa. Lo vendió el abogado. Lo vendió el amigo senador romano. El policía, el perro, el gato, la cucaracha. Todo el zoológico del gabinete filisteo le montó en el calvario.


¿Cesó la horrible noche? Que va. Me tiro un pedo y me fumo un porro. David, mi cristo. Como nos jodiste. Ya no podremos pasar toda la semana bajando fría tras fría en el billar. Ya no podré jubilar a la Magdalena. La pobre tendrá que seguir fingiendo amor con el diablito que arde entre la entre pierna.


David, multiplicaste los pesos y los panes. Nos diste la ilusión de ser también ricos. Y como ricos lloramos, porque los ricos también lloran. Verónica Castro nos lo enseñó pero lo olvidamos por ver de nuevo a Betty la Fea. Es mejor ser rico que pobre nos dijo Pambelé el Bautista. Pero miren como terminó. Basuquero y noqueado por un taxista. Mordiendo el polvo. Por bruto. Por ignorante. Por iluso.


Todos los días hay un idiota en la calle. Y tú saliste a buscarlo. Pero no hallaste uno. Fueron millones. Porque millones son los hijos del sagrado corazón. Furibundos. Heridos como loba sin Rómulo y su Remo. Sin Roma que fundar porque perdieron todo. Dolidos porque la malicia indígena no sirvió esta vez. La fecha de vencimiento estaba borrada. El condón estaba roto.


Y ahora las filas llorando en el Nemesio Camacho. Filas infinitas que veo por la tele. ¡Y donde están que no se ven!

¡Y donde están que no se ven!

¡Y donde están que no se ven las tetas de Vicky Dávila dándonos leche dulce de consuelo fresco.

¡Y donde están que no se ven a los seguidores del Davidcito mi cristo dando la cara frente a la cámara, les da pena que no los vean ni si quiera leyendo mientras les llega la hora de entregar la tarjetita del micro chip sin denarios. Un pueblo ignorante es un instrumento de su propia destrucción dijo el Bolívar mesías en lo alto de la montaña. Ya hoy aquí lo vemos en directo. Quemando con candela fresca todo lo que se les cruce. Saqueando todo lo que se pueda. Justo lo que la patria necesitaba.



Noviembre, el mes maldito para este pueblo. Todos caminando como ovejitas al matadero. Como feligreses suicidas en el hervor del culto loco y sin freno de Jonestown.


Y aquí les dejo una canción para que no se maten en estas navidades querido hermanos. Para que el hermano no se levante contra el hermano. Para que los Caines no se vuelvan canes y muerdan al hijo, a la madre, al padre, al primo que si vio al cristo mestizo multiplicar sus pesos y le encimó un plasma. Al familiar que si comerá vecina mientras repasa los dvds piratas de lo mejor de caracol T.V “El cartel”. Con el Robert de Niro criollo Robison Díaz y el emulo nacional de Javier Bardem.


Y pidan a la sagrada estrella que el capataz paisa por el que tantos lo defendieron ( casi hasta darnos en la jeta a todos los que osamos criticarlo) les devuelva la fe, porque la plata ya se perdió hermanitos. Recen para que el niño dios les traiga malicia española, porque la indígena se refundió en la minga cuando llegó a Bogotá. Clamen a los cielos bienchores de rocío para que el próximo año les repitan otra vez a “Betty la Fea” y que el “Cartel Reload” sea más sangriento que el de este año. Oren para que sus hijos se salven porque el día del juicio los cogieron 7 jinetes del Apocalipsis con un libro en la mano y que no sea ni de Paulo Cohelo o de superación. Pidamos hermanos para que ellos el futuro si salten a tiempo contra los bancos y su 4x1000 sempiterno y no a última hora cuando empeñamos hasta el colchón del fornicio.


Recen este correo tres veces tres y multiplíquenlo por la hora de su nacimiento en el año del calendario chino antes de enviarlo a todos sus familiares y amigos.


Y no se le ocurra romper esta cadena bendita y pesada porque con ella nos ataremos al cuello y repasaremos el mórbido fondo del río Bogotá.


Amén.


* El bonus track








domingo, 16 de noviembre de 2008

El amante de Susana Caldas

Ahora que la figura geométrica que ha dominado el interés nacional es la piramide, vale la pena proponer otra forma de la geometría colombiana que nos alimente con algo de oxigeno en medio de tanto alzamiento popular.

Bienvenida sea entonces la rica y no menos jugosa circunferencia.

Hace unos días escuché por la radio nacional que un paisano colombiano pegaba un grito en el cielo. Fue más o menos así:

- Hombre, yo estoy preocupado porque no se le ha dado el mismo despliegue que otros años al reinado nacional de la belleza.

Fue todo un reclamo que llegó hasta estos, a veces, oidos sordos. Y es que en noviembre, mes preferidos por las desgracias naturales (volcanes, inundaciones, aludes, e incendios) ocurre desde hace décadas el certamen donde un pueblo cultor de la belleza femenina se arruma ante la tele para juzgar la hermosura.

¿Qué sería de esta gran nación sin Raimundo Angulo? ¿Qué sería de Cartagena sin la feria de culos y tetas de cada fin de año? Recuerdo que de niño pude disfrutar del despelote costeño que el pueblo cartagenero iniciaba con la llegada de la reinas a la heroica. Y de ahí en adelante, con gran disciplina rumbera no paraban de mamar ron y bailar en las calles hasta el otro año. Eran buenos tiempos. La cachaca cultura ciudadana no existía, y no había contagiado a otras ciudades, y se mamaba gallo de todas las formas, sin que el otro, se embejucara. En esa ocasión gocé de lo lindo lanzando bolsas de agua y harina a todo el que estuviera mal parado. Me lo enseñaron mis amigos costeños. Y nunca vi a nadie quejándose por el respeto al otro y todas esas maricadas del cachacho londinense. Uno era feliz jodiendo al otro, y claro, que lo jodieran a uno.

De vuelta a la fiesta cartagenera recuerdo que las reinas desfilaban para el pueblo, algunas, muy naturales recibían las flores que la gente les daba y se las ponían detrás de la oreja. Eran mujeres muy naturales, con celulitis, gorditos, estrías, narices aguileñas, y pechos pequeños "ingravidos y gentiles como pompas de jabón". Había una que tuvo mucho éxito por esos días. Se llamaba Susana Caldas, tenía una cara de niña de colegio de monjas y un cuerpo esculpido por el mismísimo averno. En los colegios salesianos y maristas se prestaban las revistas donde la chica salía con su coronita, su cetro y su vestidito de baño. Tenía muchos seguidores que en las noches y en los recreos la amaban a escondidas y en silencio. Todos la queríamos. Fue una pieza predilecta para tocar con partitura las inquietas varitas mágicas de los adolescentes recién admitidos en el club del tío Onam.

Susana, lo felices que fuimos.

Ya viejo, y recorriendo los caminos andados, pude hallarla de nuevo. Tan hermosa, con esa carita de niña de colegio de monjas, con esa carita de esposa fiel del marinero putón y borracho. De regreso al muelle del recuerdo para hacerle un nudo ciego a las amarras de la nostalgia me encuentro un vídeo que tiene un par de lunares.





El primero de ellos es la nariz de este cacao de los ochentas, es perfecta. Tan recta y refilada que parece ser el resultado de un paso por el cirujano esteta. Y eso así no se vale. La idea de esta entrada bloguera era rayar con la apología en honor de la belleza natural. Pero queda la duda respingada de esta diva criolla y ochentera.

El otro mosco en la leche es el tema musical que acompañan las imágenes. La chica de Ipanema de Antonio Carlos Jobim y no un monótono vallenato del diamantino Diomedez, o un furioso mapalé, o un ajustado pasillo andino, hace de telón de fondo sonoro. La chica de Ipanema es un canto a la belleza de la mujer carioca que resulta tan forzado como las imágenes del vídeo donde la reina se ve muy dedicada al arte con un negrito, tan forzado como creer que el atavío dorado en el que sale envuelta cuando todavía no la habían coronado es algo bonito cuando en realidad parece traje de las parodias espaciales de Mel Brooks o las clásicas producciones de Ed Wood. Sólo le faltó al clip para que fuera un vídeo institucional de la distinguidisima clase alta de la sempiterna Cartagena que la diva saliera con mantilla y rezándole a los huesos de San Pedro Claver.

Las reinas de antes no tenían silicona, la nariz brillaba por su naturalidad, había celulitis, el dedo gordo del pie no era la parte que menos les gustaba, tampoco hablaban inglés, y su personaje femenino favorito era la madre Teresa de Calcuta y el masculino García Márquez.Ahora exhiben con descarado orgullo las gracias del cirujano, todas tienen la misma nariz, las mismas pelotas de caucho, y admiran a Alvaro Uribe. Atrás quedaron las taxonomías del pecho donde los criterios de clasificación venían de acuerdo a su forma, tamaño, turgencia, y movimientos gravitacionales.

Me gustaría salir a marchar en contra de la silicona. Ahora las reinas van con las piernas abiertas y sus tetas de caucho por ahí . Ya no se pierden para siempre como Susana sino que se empeñan en seguir jodiendo a toda hora en la tele y las revistas de farándula hasta erigirse como el ideal de mujer que ofrecen los medios.



No sé hasta que punto la mujer colombiana sea la más hermosa del mundo. Las hay naturales y poderosas, como las que se ven en el reinado popular en Cartagena. Esas si son de puro campeonato. Nada del ejército de plástico que recluta centenares de jóvenes para engrosar el catálogo ambulante para el consumo de los narcos en los reinados de la yuca, el dividivi, la panela, el café, el bambuco, el banano, el joropo, el turismo, el folclor, la ganadería, etc...

No puedo asegurar que las colombianas sean las más lindas del mundo. Pero si puedo afirmar que las menos agraciadas son las odiosas bogotanas. De la capital no enviaría, ni loco, una representante para el campeonato mundial del trasero. Sí, también existe ese especializado reinado. Aquí abajo está la circunferencia ganadora.













Los brasileros son campeones en muchas cosas. Y no paran de ganar. Según mis fuentes en Sao Paulo y Río, esta maravilla es 100% natural. Duro ejercicio, buena dieta, y mucha samba. Nada de bisturí. Esta si es la cosa más linda, algo así (cuenta la leyenda) vio pasar Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes para darle vida al famoso bossa nova Garota de Ipanema.

Pura inspiración brasilera.



Fotos: Soho y El Espectador.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Noviembre 1999

Noviembre de 1999

Lo mataron hace unos días. Porque sí. Porque la esperanza es lo primero que se pierde en una ciudad de mierda como Bogotá, la capital de un país de mierda, Colombia. Se llamaba Jhon, estudiaba administración de empresas y éramos compañeros del grupo de teatro de la universidad. Lo conocí muy poco pero lo vi más vivo que nunca. Ahí, de pie, en el escenario, con toda su energía, talento y rebeldía. Se le llenaba la boca con una carcajada siempre que hacía un chiste y la mirada maliciosa de sus ojos verdes se clavaba, socarrona, en las risas del resto de actores del grupo. Durante un mes y medio ensayamos la obra que sin duda debería llevarnos al festival de teatro universitario en Cúcuta, Biderman y los incendiarios, la estrenamos un martes a las tres de la tarde en el auditorio. Celebramos, felices, el éxito, todo era una fiesta. En esas horas la muerte brindó con nosotros, se sentó en mi pierna, luego abrazo un rato a cada uno de los actores y actrices y se decidió por él, por Jhon. La voz aflautada y maliciosa no volvería a pronunciar los parlamentos de la obra que nos llevaría a Cucutá y nos permitiría tomarnos esa cerveza que nos prometimos tomar helada, bajo el calor, con un buen cigarrillo y una que otra niña de Cúcuta. Era un tipo inconforme, perfeccionista, hasta en la ironía. Perfecta le quedó la frase que construyó con letras recortadas de revistas. Ese “pronto llegará mi gran encuentro con la muerte” que hace unos meses su madre encontró en su cuarto. Perfeccionista como en el teatro y los pre-estrenos de la obra donde fumaba un cigarrillo y mentaba un madrazo porque las cosas no salían bien.
Cargamos el último baúl de la escenografía. Bajamos vino, el moscatel barato que compramos en la esquina, bajo la lluvia, con el vestuario puesto y a escondidas del director, la botella que no duró nada antes de salir a escena, la misma que compramos con vestuario y maquillaje puestos, el primer trago que brindamos. La imagen del tipo que sabe que no va ha vivir para siempre y ni por mucho rato. Así de sencillo. Sentado en el piso con su chaqueta negra, fumando un cigarrillo. Un rebelde, como lo decía, con orgullo.

La verdad no quiero escribir sobre esto. Por lo menos por ahora. Debo dejar la estructura realizada, tal vez lo haga algún día. Contar lo que no vale la vida en Colombia. Mientras actuábamos se preparaba, seguramente, otra masacre más, otro secuestro más, esto no va. Ni ira en la tesis...


Noviembre 2008. 9 años después.

Hay muchas cosas que sigo pensado. Que mi país es una mierda. Que la vida no vale nada. Y mucho menos allí.

No fui a su entierro porque no soporto los entierros. Prefiero las bodas, los bautizos, las primeras comuniones, los quinces, pero nunca los entierros, y menos los de los jóvenes. A veces pienso que no cruzare los 42. Uno sabe que ver las fotos envejecidas de los que ya se fueron es como ver un mensaje que late en la pantalla del móvil. Los muertos no asustan. Asusta la vida.

Afuera, la noche.


Noviembre de 1989. 19 años antes.

Dicen que no perdí el conocimiento. Pero no recuerdo nada entre la imagen de la madera quebrando el techo y el momento en que desperté en el hospital. Era un domingo. El cielo estaba despejado. Y el sol. Y las nubes. Y el eucalipto frente a la casa. Y el hipódromo abandonado. Largo. Tendido como la más grande de todas las ballenas muertas que he visto en la playa. Fue en noviembre. Un mes que da miedo. La sangre, según cuentan, salía por montones pero yo estaba conciente, según ellos, pero yo no recuerdo nada. Solo la oscuridad y la sensación de una caída profunda. Como la de Brad Pitt en Snatch, profunda como la de Ewan MacGreggor en Trainspoting. Con toallas trataban de parar el manantial rojo. Mi novia y mi padre que también amaba a mi novia, me veían, según me cuentan, como me arrastraban inerte hasta el automóvil.

Todos se apagan en Noviembre. Un padre, dos primos, una amiga de la infancia y un par de colegas de juventud se fueron en ese mes, justo antes de las navidades. Un balance extraño para temerle al lluvioso noviembre.
Si hay un lugar después de la muerte me gustaría que fuera un tiempo y un espacio para estar con todos los amigos idos, los amigos …


9 de Noviembre. Hoy.

De Jhon quedan sus ojos llenos de malicia. Los cigarrillos y el vino tras bambalinas. Los murmullos de todos y todas mientras esperábamos la línea que nos hiciera entrar a escena.
Espero que en el cielo tengan banda ancha. Y que Jhon, colega de tablas, perras, porros y tragos sepa que lo recuerdan en ese mes, justo después de la tercera función de esa buena obra donde los incendios estallaban por culpa de Max Frisch. Hoy, viejo, con un cigarro, Belmont, claro, y un buen trago, a tu salud, que tan clavado quedaste en el recuerdo con ese muere joven y tendrás un cadaver bello, te recordamos tan profundo como el puñal que clavaron en ese corazón.

Aquí a bajo o aquí arriba seguimos. De a pie. Sin más teatro que el que exige la vida para ganar el pan. Pero con la bandera en la mano. Gastada, más vieja, con menos color, pero aún bandera.

Afuera, las luces.




Placebo Lyrics
Special Needs Lyrics

miércoles, 29 de octubre de 2008

"The six year itch"




Por allá en los años 80 alguna vez llegó a la oficina de mi padre el informe de Amnistía Internacional, era un libro grueso, como un directorio telefónico, y de un azul en la portada que me cautivó de inmediato.

La edición era impecable a pesar del papel periódico en el que estaba impreso. Lo llevé a la casa. Y mi padre, muy irresponsable, me dejó leerlo. En el aparte dedicado a la patria querida, había una palabra que se repetía sin césar: paramilitares. El asunto me lo explicó mi padre, y me fui a leer la isla del tesoro para olvidar esas cifras y cosas jartas. Con los años vi la reseña que el Espectador hacía con juicio sobre cada informe, que año tras año, publicaba Amnistía Internacional. La esencia del informe era la misma, y la única diferencia estaban en las cifras que aumentaban cada vez más.

¿Qué hacía mi padre con el informe? Por trabajo le llegaba esa información. Para lo único que le servía era para lamentarse y ganarse dolores de cabeza. Al final yo lo dejaba en el piso teniendo la puerta.

Con los años el libro azul perdió su brillo y las páginas ganaron un color amarillo, al final terminó en la basura. Ahora cuando veo informes cómo el de Amnistía Internacional y Human Right Watch me pregunto cuál será su utilidad. Tal vez levantar ampolla en los gobiernos tercermundistas, porque en los países del primer mundo, los informes no van más allá de la brutalidad policial.

Es un ruido que desde hace años no pasa a mayores como el dejar testimonio que ellos si se preocuparon por el asunto en las repúblicas bananas. En últimas los gobiernos desmienten los informes, y no pasa nada. Y no pasará nada si el tío sam no toma cartas en el asunto. ¿Y acaso las tomará? No, porque va encontra de sus intereses. ¿Y ahora con Obama? Pues tampoco creo que la cosa vaya a cambiar mucho respecto al patio trasero.


Estos informes resultan ser una pulga que levanta ampolla y comezón en el culo de los dictadores bananeros, un ruido en las orejas de la "gente de bien", y unas frías estadísticas que no dicen nada a una sociedad zombie.

Si Human Right Watch y Amnistía Internacional quisiera llegarle a toda esta masa sin corazón pero con las patas hichadas de tanto marchar ( ya están programando otra) deberían dejar a un lado sus informes y hacer una telenovela protagonizada por ex-secuestrados famosos o un campeonato relámpago de fútbol con equipos integrados por soldados mutilados por las minas quiebrapatas vrs guerrilleros arrepentidos sin manos y ojos. Y para no olvidar a los niños de Pirry (porque ahora si después de décadas los niños si cuentan) los podrían emplear como recogebolas, y para que las feministas no jodan tendríamos a las mamas de los desaparecidos de Soacha como porristas. Y claro, para no dejar por fuera a nadie de este show del balón, le encargaríamos la seguridad del evento a los 25 militares damnificados por la purga (de paso representarían a los desempleados) y al general Montoya la responsabilidad de los positivos que fueran resultado del control antidoping.

El partido sería buena idea. El rating de RCN llegaría hasta las estrellas y lo comentaría, desde luego, el doctor del fútbol, para que después los científicos de Colciencias no se quejen que aquí hay déficit de doctores. Como la idea es dar un ejemplo de sana convivencia, a Caracol le corresponderían los derechos de la telenovela, y Dago sería el encargado de libretearla sazonándola, eso sí, con lo mejor de la despensa de la chabacanería colombiana.

De una vez, y aprovechando el impulso constructivo, les sugerimos a Amnistía Internacional que mire con más detalle los países civilizados y no sólo las tierras bárbaras. Como lector común y corriente que entra a la página de Amnistía Internacional, se encuentra uno que tienen un listado país por país, donde las repúblicas bananas encabezan el despelote, cosa que no se puede negar ni ocultar, pero también hay que mirar las de otras latitudes. Podríamos sugerirles que visitaran España, Francia, Alemania, Italia o EEUU para constatar los ultrajes de los inmigrantes ilegales o incluso a la “gente de bien”, los turistas o viajantes de paso. Hace poco un amigo llegó de representar al país en un festival en España, y su sorpresa fue grande cuando el español de a pie, el recien nuevo rico de la unión europea, le hacía sentir incómodo con sus miradas y mala leche (otro de los regalitos catizos) por su color moreno y su acento colombiano. Esperemos que la Obamanía le ayude al negro cuando vuelva por tierras ibéricas a dejar bien en alto el nombre de esa Colombia que tanta espalda le ha dado. Yo le digo al morocho que se venga para L.A pero él no deja su sancochito, ni los domingos en el Campin con su santa fecito del alma.

Queda esperar que la propuesta sea bien recibida y veamos ya no solo una simpática animación con buen humor como la de Amnistìa Internacional, sino una superproducción digna de la aldea global con reparto multicultural que incluya a los vendedores de armas rusos, mercenarios israelíes, traficantes de blancas (indias mejor) españoles, torturadores de Guantánamo, racistas ilustrados europeos, y claro que la produzca George Lucas y la dirija el avaro de Spielberg.



Nota:

El video fue tomado de http://www.amnestyusa.org/paises/colombia/page.do?id=1021008



domingo, 26 de octubre de 2008

! Fuerza, chico, fuerza !























Cachorro con pinta de aficionado golfista. Golfo juvenil con fachada facial de gavilán alebestrado, petardo con aire de sapo de colegio. No sé cuál de todas estas cosas me fastidia más.

Cuando sea “grande” quiere ser como papá. Para ello se prepara muy bien desde ahora. Todas las mañanas antes de ir a trabajar hace solfeo para alcanzar la tesitura del exclusivo acento beligerante de los capataces paisas.

Tiene una palabra favorita que le encanta pronunciar con una saña particular. Es el orgullo de papá. Ha sido premiado con elogios en público y de regalo el corazón grande de su señor le obsequió el derecho de tener su propio espacio televisivo de vez en cuando. Lo he visto detrás de un atril de madera envejecida enfrentado la cámara muy seguro y prestante al escupir de su pico lo grande que ha sido su ministerio.

Lo imagino jugando a la guerrita con su pequeño campo de batalla a escala. Tendrá un buen número de soldaditos de plomo importados y unos cuantos muñecos deformes de plastilina. Mientras tanto en la tele de su despacho ministerial la tetas de Vicky Dávila presentan en las noticias del medio día como los soldaditos de papi resuelve el fastidioso problemita de los indígenas cochinos y feos que bloquean la vía Panamericana. Con rabia coloca los muñequitos hechizos de plastilina en el campo de batalla que se extiende por su escritorio. Y seguro, y rapaz, les aplasta de la faz de la tierra con una certera emboscada de los guerreritos de plomo.

-Duro, duro, duro a esos hijueputas.

Todo el que levante la voz para reclamarle a papi él dará el ejemplo en la familia señalando primero. ¡Terroristas!

Si le pregunta Vicky en directo como ve el asunto indígena su pico de pichón de gavilán mordisquea esa T y esa E con una fuerza que sabe llevar durante la doble R y culminar con un cierre en el final I-S-T-A-S. Como si fuera su mejor madrazo.

Lo hace bien. Es el orgullo de papi.

Al pusilanime poco le interesa que los corteros se levanten a reclamar por su condiciones laborales que los acercan más a la condición de esclavos que cargaron sus ancestros. No tiene sentido proteger unos negros jodidos. No vale la pena defender el campo, si el destino agrícola, en el mundo, ya está trazado. Para que preocuparse por los informes de American Wach o Amnistía internacional. Por que molestarse por más de 100 muchachos pobres que se desaparecieron (seguro por terroristas) en su barrio en Soacha. ¡Qué cosa tan jarta, caray¡ Le dirá en el club la burguesía cachaca al pichón de gavilán pollero, que los indios reclamen por sus 1200 asesinados por los paras, guerrillos, o los falsos positivos . ¿Desde cuando esos animales valen para algo, señor ministro?

Al fin de cuentas son solo números. Cifras vacías que se pudrirán en los cementerios si tienen suerte, o se harán polvo anónimo en la miseria de la fosa común. Muertos pero con un pedacito de tierra, para que no digan que aquí no se reparten las tierras.

martes, 14 de octubre de 2008

ODIO A LA DIAN (Direccion de Impuestos y Aduanas Nacionales)



Si dijera que me gustaría poner la Bomba Atómica en el edificio de la DIAN, me metería en muchos líos: me acusarían de terrorista y el Ejército Nacional o el FBI rastrearían mi IP y me meterían preso; bueno, en el caso de El Ejército Nacional de Colombia, simplemente me desaparecerían, así que no lo diré, pero como odio a la DIAN (Dirección de Impuestos Nacionales de Colombia)….


El cartero llama dos veces

Bien saben los pocos amigos que conocen mi verdadera identidad que desde siempre he intentado ganarme la vida de forma honrada; si hubiera intentado el camino deshonesto seguramente me hubiera ido mejor, acá en el país del sagrado corazón el crimen paga, hasta un narco puede llegar a ser presidente.

Una fatídica noche, después de haber llegado cansado de moler todo el día, me recibieron en portería con una carta de la DIAN. Al comienzo pensé... Debe ser un error o una invitación a un evento... ¿Qué tiene que ver la DIAN conmigo? Si yo soy un colombiano muy pobre y jodido.

Al leer la carta vi con sorpresa que me citaban porque, según ellos, yo era millonario, según ellos, me había ganado el año pasado más de 50 millones de pesos, por lo tanto tenía que declarar impuestos y si no lo hacía con rapidez, ellos tomarían las medidas legales del caso. 50 millones. ¡Vaya! ¡Qué tonto fui! ¿Si tenía 50 millones en el banco, por qué me tocó pararme a trabajar todos los días, incluso sábados y algunos domingos? ¿Por qué me tocó aguantarme todos los días los malolientes, atestados, llenos de colombianos y ladrones, buses de la ciudad? ¿Por qué no me compré un carro? ¿Por qué no almorcé todos los días en restaurantes lujosos si no corrientazo? ¿Por qué no pude ir al cine, ni a divertirme? ¿Por qué no pude comprarme buenos zapatos ni los libros que quería? ¿Por qué en navidad me quedé en casa, bailando solo con la decadente Fiesta de los Hogares Colombianos de Jorge Barón y no fui a viajar a Cartagena o a Miami? ¿Por qué vivo en ésta ratonera donde vivo? ¿Por qué no me compré un apartamento bien grande y lleno de luz?

Como lo notarán los más perspicaces, estoy siendo sarcástico: nunca gané 50 millones de pesos, el año pasado gané mucho pero mucho menos que eso.

Al otro día no fui a trabajar. Me levanté muy temprano y con toda clase de extractos bancarios y facturas me fui al Edificio de la DIAN, a demostrarles su error, con energía. Esperaba poco menos que una disculpa.


El fisco siempre tiene la razón

Para ser atendido en la DIAN hay que tener paciencia, mucha paciencia, porque los turnos son imposibles: así se llegue temprano, ya hay 300 personas antes que uno, seguramente los que llegaron a hacer cola a las 5 o a las 6 de la madrugada. Todo es caos y desinformación, usuarios desesperados y funcionarios infames.

Después de esperar varias horas y cuando el hambre y el calor del medio día ya acosaban (no hay buena ventilación en el edificio de la DIAN pese a las montoneras de gente), fui atendido por una funcionaria de la DIAN. La mujer, la bruja, me atendió muy mal. Tenía un aspecto reseco y amargado aunque era joven. Me trató como un criminal, como un evasor de impuestos, no revisó todos los papeles que yo llevaba, a cambio me mostró todos sus papeles: eran las facturas y cartas de todas las empresas para las que había trabajado el año pasado.

En ese momento, por la adrenalina que me produjo la acalorada discusión con ésta mujer, no me di cuenta que todos las empresas que aparecían en los papeles de la funcionaria, habían dejado de ofrecerme trabajo éste año, así, de repente, después de más de 5 años de relaciones laborales con ellos. La funcionaria no quiso escuchar mis explicaciones, para ella la verdad era una sola y era suya.

Para terminar la mujer se despidió con una frase lapidaria que no dejaba ninguna opción a la replica: “Acá en la DIAN estamos para joderlos, su trabajo es demostrarnos porque no tenemos que joderlos” y me recomendó que contactara un contador que demostrara el error de ellos, que ver su propio error no era su trabajo.

Salí derrotado del lugar, mi rebeldía se había opacado, como la de todos los colombianos que estábamos ahí, amontonados, suplicando por pagar, aceptando nuestro destino con resignación, como a una enfermedad. Ahí entendí porque la iglesia católica es tan importante para el gobierno, la iglesia nos enseña a los colombianos la virtud de la resignación, de aceptar pasmados los abusos del poder.


En la TV siempre brilla el sol

En el comercial de televisión de la DIAN dicen que con el dinero de los impuestos se hacen puentes y carreteras, se invierte en la educación de los niños, escuelas, en la salud de la gente, hospitales, en seguridad, empleo. La buseta que me llevó a casa se tardó dos horas en dejarme en el paradero, un viaje que tomaría en condiciones normales 30 minutos, pero gracias a los trancones y al pésimo estado de las calles fue imposible cumplir. En ese trayecto de dos horas se subieron a la buseta 5 personas a pedir limosna o a vender dulces, dos eran niños. Por la ventana de la buseta, afuera, vi dos raponazos, en uno de ellos le había arrancado los aretes a una anciana, estaba sangrando por sus orejas, en ese momento pensé: Ojala que esa mujer tenga seguro médico, si va a cualquier hospital de la ciudad sin dinero y sin seguro, seguro la dejan morir desangrada a la entrada del recinto médico.

Me recomendaron un contador bueno y que cobraba barato, al otro día no fui a trabajar para visitarlo a su oficina, con todos mis papeles y facturas. A vuelo de pájaro el hombre me dijo que efectivamente parecía un error de cálculo de la DIAN, pero que para hacer algo necesitaba los comprobantes de pagos y retenciones de las empresas para las que había trabajado el año pasado. El hombre también me contó que el límite de ganancias anuales, por las que una persona debía pagar impuestos en el país, había bajado dramáticamente en los últimos 8 años: hace un par de años los que ganaban más de 80 millones eran los que tenían que pagar impuestos, esa cifra se redujo a 60 millones, después a 40 millones y este año va en 27 millones, todo el que gane más de 27 millones al año, tiene que pagar impuestos. Y nadie dijo nada.

Esa tarde fui a todas las empresas con las que había trabajado y les solicité los certificados. Me los entregarían la otra semana. Fue una buena oportunidad para preguntarle a mis contactos de esas empresas porque no me habían vuelto a llamar. La gran mayoría me dijo que la visita de la DIAN no les había caído en gracia y que las empresas eran muy sensibles a trabajar con evasores de impuestos como yo.


La voz de la experiencia

Días después volví donde el contador, con todos los certificados de las empresas. El hizo su trabajo y en efecto descubrió que había un groso error de la DIAN: habían contabilizado doble vez muchos de los pagos y no habían restado muchas de las retenciones en la fuente que ya me habían quitado en el momento de los pagos. Me puse feliz, por fin un triunfo entre tanta mierda, pero el buen contador rápidamente me bajó los humos: A estas alturas del paseo, y ya con un proceso jurídico encima, para revertir el concepto de la DIAN tenía que recurrir a una auditoria, a más contadores y abogados, a más pérdida de tiempo que a la larga me saldría más caro que pagar el impuesto y la multa que me exigía la DIAN. Hijos de puta, me habían dejado sin trabajo y ahora tenía que pagarles por haberme dejado sin trabajo.

Pagué amigos, pero con la convicción de que mi dinero no irá a parar a la construcción de puentes y carreteras, hospitales, ni para sacar a los niños hambrientos de las calles, ni para el mejoramiento de la seguridad de este paisucho, si no a los bolsillos del político y burócrata de turno. Con lo que pagué seguramente los poderosos pagarán un almuerzo en un lujoso restaurante del norte al que personas como yo no se les permitiría entrar, o se lo darán a sus hijos, para que pasen una alocada noche de rumba en el parque de la 93.

Amigos, no hagan como yo, no paguen sus impuestos, ese dinero no va para nada bueno, y si la DIAN los molesta por no pagar, díganles que el tío Grady les dijo que no lo hicieran, que hablen conmigo. O evadan, la evasión de impuestos es bien vista por Dios.

* * *

Psdt. Mi gran amigo Iron Mal me advirtió que mi mensaje podría confundirse con un discurso de Izquierda, nada más alejado de la realidad, que le den por el culo a Alfonso Cano y a todos los guerrilleros, para mí son la misma plaga que los paramilitares, que el ejército, que la policía, que Uribe, que el maricon del cardenal Rubiano, todos se han cagado y se seguirán cagando a éste seudo país. ¡Que les den por el culo a todos¡

Delbert Grady.

lunes, 13 de octubre de 2008

Irreversible



Un grupo de niños ofendidos por el verdadero ultraje que sufrió Indiana Jones a manos de Spielberg y Lucas han levantado un verdadero revuelo entre cinéfilos y moralistas.


La corrosiva serie animada South Park levantó, un vez más, ampolla con un capítulo donde abusan una y otra vez del héroe amado por grandes y chicos. De todas las escenas de acceso carnal violento hay una que es de antología. El homenaje a Jodie Foster en su actuación que le valió su primer Oscar es frontal y no menos elocuente.


La libertad de expresión en la tierra del ya maltrecho “sueño americano” es una garantía constitucional que los gringos cultos (los hay) saben aprovechar. En repetidas ocasiones el cine ha levantado ampollas para ponerles sal. Casos como el de JFK, Roger and Me, o el ya clásico Bowling for Columbine, son tres muestras de producciones taquilleras que cuestionan verdades oficiales y posiciones casi dogmáticas de la sociedad americana.


Lo bueno del asunto es que el gobierno no desaparece a los directores. Los inquieta con visitas extrañas de hombres de traje y lentes oscuros, como lo denunció en su momento (rodaba JFK) Oliver Stone.


El mirarse al espejo y verse la cara, ese rostro del que Camus decía que después de cierta edad todo hombre es responsable, es una manera de crecer cuando nos decimos las verdades sosteniendo la mirada. La sátira resulta ser una de las maneras más eficaces de opinión. Su provocación es inmediata porque no maquilla la verdad con palabras raras o complejas estructuras de pensamiento.


La libertad de expresión más que un derecho debe ser una obligación de todos. ¿Cuándo en el cine colombiano se podrá ver una película sobre Uribe, Pastrana o Samper? ¿Cuándo un paisano podrá cuestionarnos con un largometraje a lo Oliver Stone con su reciente W. ?


martes, 7 de octubre de 2008

La leche derramada

Y ahí estaba, uno más dentro de los 1612 potenciales comensales de ese par de pasteles si tuviésemos la oportunidad real de degustarlos.
Por cosas del destino fui a parar en una página que ofrece videos en directo de porno aficionado.

El asunto es más o menos así. Cualquier persona se para o se acuesta frente a la cámara de su pc y hace lo que quiera. Al otro lado de la web hay público garantizado. Un contador indica a todo el que se exhibe o hace las veces de voyeur el número de videntes que tiene la porno star en acción.
Me atrevo a pensar que en cuestión de un par de años el llamado sex amateur de la web acabará con el porno profesional.

La oferta es legal. Nada de menores explotados, ni videos violentos. La gente de bien tras los 15 minutos de fama.
Parejas en plena acción y solitarios. Chicas bellas, gordas, flacas, y veteranas. Hombres y mujeres haciendo sus pinitos estelares de la web caliente se palpan con sutil provocación para aumentar la cifra que registra el contador de visitantes. También hay muchos caballeros homosexuales y heterosexuales jugando con su espada para el deleite de los aficionados y aficionadas de esas maniobras solitarias.

Pronto llegó a la mente la preocupación. ¿Qué pasaría si esta web llegara a manos de menores de edad? Entre mayores que cada quien haga de su culo un templo o un burdel, pero los críos... Es preocupante porque la página no requiere membresía ni solicita datos para certificar una mayoría de edad. ¿Cómo hacer para que mis cinco hijos (fruto de mis tres matrimonios) no puedan acceder hasta que sean mayorcitos?

La respuesta la busqué por un par de segundos hasta que la chica se quitó los sostenes. Redondos, turgentes. En primer plano un par de bellos pezones circundados por una magnificas aureolas se adueñaban de las pupilas de 1680 televidentes. La web es poderosa. El contador no se detenía. 1690, 1700, seguramente esta mujer que se desnudaba desde Tel Aviv será una firme candidata a ganarse el premio de 1000 US que ofrece la página a la porno estrella de la semana que más tiempo cautive al mayor número de voyeristas.

Caramba, con tal ofrecimiento hasta llegué a pensar en competirle a la legión de pajantes que de todas partes del planeta se fustigaban la manguera por amor a la bolsa. Y es que no caería nada mal esos mil verdes en estos momentos, pues con la recesión las cosas se están poniendo serias. Así que decidí entrenarme un poco aprovechando las contorciones de espalda de la mujer de Tel Aviv.

Mientras me pulía el sable se me vino a la mente otra pregunta filosófica. ¿Cuantos niños en África se mueren de hambre mientras yo y los miles de aficionados se inquietan la polla con la perrita judía en sus pupilas enrojecidas?

Ni modo. Esto de darle al masaje de Onán un sentido crítico no tiene razón de ser. Apaga la ilusión y la erección. Con esto de la web y los niños lo mejor será dedicarles más tiempo, más deporte, más lectura, más caminatas par ver los atardeceres de California y menos web. Tendré que hablar seriamente con mis tres ex esposas. Se gastan toda una vida chateando con sus amigas y novios cibernéticos.

Me hubieran sentado bien esos mil dólares. Hubiera buscado ayuda profesional. Como lo hizo David Duchovny. Superar su adicción. Cosas que pasan en L.A.

Necesito una mano que terminé lo que no pude acabar.

Busco el porvenir en mi bola de cristal.

Veo en mi futuro cercano un mañana de putas.

sábado, 4 de octubre de 2008

El cine colombiano en tres palabras














Si hay algo peor que un cuarto polvo es un quinto.

Me acabo de enterar que en mi natal ciudad de Los Angeles, hay un serio rumor sobre el judío bolsillo sin fondo de Spielberg. Se habla en el medio que el padre de ET a vuelto a ladrar de hambre. Y George está pensando en alimentarlo de nuevo con un extraño encuentro de quinto tipo.

Parece que Harrison Ford saltará del geriatrico a la pantalla gigante para encarnar de nuevo a un cada vez más anciano Indiana Jones. Luego de llevar a la infamia al solido y casi clásico Doctor Jones, Harrison cree que es una idea "genial" hacer la siguiente parte de esta saga de aventuras.

La quinta no puede ser mejor que la disparatada y amorfa cuarta entrega. Vale la pena recordar que se fue casi una eternidad buscando un guionista que fuera capaz de meterle diente al héroe y sus peripecias arqueológicas por cuarta vez. Y el resultado fue desastrozo: un anciano golpeando como un joven de 30. Un abuelito sin encanto y carente de diálogos con chispa e ironía.

La vejez es implacable. Los héroes viejos deben brillar por su debilidad. El héroe viejo solo tiene una última misión valiosa: encontrar la muerte.

George Lucas y Spielberg hallaron en Rocky un paradigma. Depués de la quinta vendrá la sexta y la séptima hasta que la teta se escurra, ya arrugada y ya vencida.

Una de las reglas que tiene este pequeño club de la pelea es escribir sobre el odio a Colombia. Así que para no incumplir la promesa escribiré tres palabras que resumen todo sobre el cine colombiano : es una mierda.

jueves, 2 de octubre de 2008

Presentando Credenciales


















Hoy veo la luz en este blog tan negro y necesario. Mi prolífica mala leche (heredada de los huevos de mi padre, abuelos, bisabuelos, y el tatarabuelo español que unos 250 años o más se folló alguna indígena) encuentra un recipiente donde ser semilla. Negra. Petra. Pero al fin al cabo chispa. Oscura centella dueña y señora de un principio tan imperfecto como el recién nacido que por falta de oxigeno en el alumbramiento su cerebro nació tarado. Ser incompleto pero capaz de sentir, comer, orinar y cagar.


La mala semilla tiene también derecho, lugar y tiempo en el ciberespacio.

El portador de una leche agria que fermenta en mis testículos una república banana tiene nombre: Iron Mal.


Y también odia a Colombia.