viernes, 9 de enero de 2009

Amo a Colombia

No pensé en salir con una entrada como esta. Pero los lectores antiuribistas me perdonaran. Ya no tiene sentido escribir sobre un pajuelo con cara de seminarista que le hace escorzos a la corte penal internacional. No, no tiene sentido, porque su ocaso comenzó a escribirse con letra perfecta de método "Palmer". La estupidez del pueblo que escogió a su dictador para autocensurarse fue su elección. Por varios años fuimos señalados de guerrilleros (dios me libre) o terroristas (mucho peor, ni que de Israel o la ONU fueramos).

Sigo con este blog por pura inercia, porque un blog es como un tatuaje, es para siempre, como lo dijo un amigo autoexiliado. Sevillano por obligación, y no propiamente en el Valle del Cauca.

Así que poco tema queda. ¿ Si el amor floreció de nuevo por esta tierra que sentido tiene odiarla?

Antonio Caballero escribió alguna vez que todos bebemos para olvidar, yo pienso que no tenemos nada que olvidar. Simplemente nos reafirmamos en la borrachera, en el reinado de la aguapanela, del divi divi, en todas las miles de fiestas que tenemos. Somos así y punto. Así que a beber y a bailar.

Que Uribe es un cabrón, claro. ¿Y? ¿Lo vas a tumbar? No creo. No puedes. Es más fácil que pase la loca de monseñor Rubiano con un pepino entre sus sentaderas que el pueblo colombiano vea la viga que le empala. Así que a beber. Bebamos hasta el carnaval de Barranquilla. Y tomemos aire hasta la semana santa, donde podrémos beber y respirar. No puedo entender como un mancito como Antonio Cabellero lleva toda una vida escribiendo lo mismo. Siempre la misma vaina pero con presidente distinto.

Juró no meterme más con esto. Adios a la realpolitik. Hay cosas más serias que este circo. Como, por ejemplo, el arbol de navidad que los muchachos griegos quemaron antes que el año pasado se fuera. Esos pelaos son gente seria. Firmes y bellos según mi mujer. Dignos de sus madres, hermanas, novias, y amantes, firmes y bellas, según mis pupilas. Gente seria. No como estos mariquitas que se hacen llamar "Emos" incapaces de plantarsele al policia y decirle no me jodas, me puedo parar frente a Maloka porque es vía pública, y que me vas a hacer, me vas a dar?

Así que a beber. Me regreso al norte cuando el carnaval de Barranquilla, despelote serio, de avanzada, nada de la elegancia educada y farsante de la capital, se acabe. A desenguayabar en la tierra de la puerca doctrina Monroe.

En la tierra del divino baby del 20 de julio y la virgen María del buñuelo lo mejor está en el paisaje desbordado y verde, en sus fiestas de provincia, en sus morenas, en sus caderas, en su música, y hasta en su gente, ignorante, sin culpa, pero muy alegre. Caos trópical donde la razón no cabe. Relojito suizo preciso y macabro. Tierra de un solo dueño abonada con sangre. Patría que todo lo aguanta. Telenovela barata. Daifa hermosa. Baile extraño.