sábado, 4 de octubre de 2008

El cine colombiano en tres palabras














Si hay algo peor que un cuarto polvo es un quinto.

Me acabo de enterar que en mi natal ciudad de Los Angeles, hay un serio rumor sobre el judío bolsillo sin fondo de Spielberg. Se habla en el medio que el padre de ET a vuelto a ladrar de hambre. Y George está pensando en alimentarlo de nuevo con un extraño encuentro de quinto tipo.

Parece que Harrison Ford saltará del geriatrico a la pantalla gigante para encarnar de nuevo a un cada vez más anciano Indiana Jones. Luego de llevar a la infamia al solido y casi clásico Doctor Jones, Harrison cree que es una idea "genial" hacer la siguiente parte de esta saga de aventuras.

La quinta no puede ser mejor que la disparatada y amorfa cuarta entrega. Vale la pena recordar que se fue casi una eternidad buscando un guionista que fuera capaz de meterle diente al héroe y sus peripecias arqueológicas por cuarta vez. Y el resultado fue desastrozo: un anciano golpeando como un joven de 30. Un abuelito sin encanto y carente de diálogos con chispa e ironía.

La vejez es implacable. Los héroes viejos deben brillar por su debilidad. El héroe viejo solo tiene una última misión valiosa: encontrar la muerte.

George Lucas y Spielberg hallaron en Rocky un paradigma. Depués de la quinta vendrá la sexta y la séptima hasta que la teta se escurra, ya arrugada y ya vencida.

Una de las reglas que tiene este pequeño club de la pelea es escribir sobre el odio a Colombia. Así que para no incumplir la promesa escribiré tres palabras que resumen todo sobre el cine colombiano : es una mierda.