Los honorables

Un pobre diablo comentaba en una noticia de la prensa nacional que la guerrilla debería reivindicarse liberando a los secuestrados y acabando con la mafia del congreso. Todo porque acaban de repartir el presupuesto para el 2011 y los congresistas lograron, como es costumbre, un buen botín.

Para la muestra un botón:

"Se incluyeron para gastos de funcionamiento del Congresos una partida de 40.000 millones de pesos."

Con razón no hay plata para escuelas, hospitales, generación de empleo, etc...

El presidente Santos comenzó a pagar la cuota que todo congreso pide para dejar trabajar. Al mejor estilo de las FARC, los Paras, y la delincuencia común.

De nada serviría hacer volar en mil pedazos a ese nido de ratas de corbata y prepotencia. Al año siguiente se construiría uno nuevo con un presupuesto inflado y serruchos por cada puntilla, ladrillo, y grano de arena. Y tendríamos una generación fresca de honorables listos a legislar por la república bananera.

Lo único que representan estos honorables adalides de la democracia tropical es la estupidez colectiva de quienes los eligen.

De un don nadie a un pobre diablo creo que de la guerrilla no se puede esperar nada sensato, desde que entraron en el negocio del narcotrafico perdieron la imaginación de los

60´s para ser unos "yupies" de monte.

Sumas y Restas de la nueva era

La guerra tiene su matemática.

Uno de los grupos más furibundos seguidores del ex presidente que gobernó mi país con mano de hierro para la pobreza y ojo tuerto para la corrupción regresó con más cifras.

14 fueron sus víctimas, todos policías.

2 puesto asegurado a nivel mundial con la nueva siembra de minas "quiebra patas" (incluidas las paticas de los niños)

La respuesta del nuevo gobierno no se hizo esperar: 120 mil millones de pesos fueron aprobados de inmediato para la compra de munición. No podía ser otra porque gracias al presidente con el corazón y bolsillo grande marcó una tonada que cualquier gobierno posterior al suyo tendrá que silbar.

Hace 40 años prometieron que en 2 tomaban el poder. Ahora se mueren de viejos y sus sucesores son tan mafiosos como Pablo Escobar. Viven de la guerra porque para ellos la paz tampoco es un negocio. La droga es un potosí. Y su mejor socio su rival. El hombre que dejó un país sin instituciones, con un 12% de desempleo pero con un 70 % de aceptación en los corazones de sus ex gobernados.

Para la guerra se necesitan 2. Y como todo número podemos ponerle sus decimales: Paras, narcos, criminales, para-congresistas, referendos inconstitucionales, espionaje a magistrados y detractores, desfalcos al agro, abandono de los desplazados y masacres a indígenas y sindicalistas.

666 es el número de la bestia. Para ir a la batalla hay que tener un enemigo. Para avivar la llama hay que meterle leña. De frío no moriremos.

Tendremos fuego para rato. 2 + 2 = 4