domingo, 6 de diciembre de 2009

Un cuento de navidad




15 hombres armados y en plan de película de policias y ladrones llegaron a la casa del monstruo bocón. Su madre (la del monstruo) no entendía lo que pasaba. Esposas, ordenes judiciales, policias, agentes encubiertos, camaras de T.V y su hijo, el estudiante de bellas artes, protagonizaba sus 15 minutos de fama.

Mientras en 15 minutos el operativo policial lograba su éxito 15 delitos fueron cometidos en Bogotá. Otras 15 personas amenazaban a otros 15 colombianos (en mi país se amenzana a toda hora y por todo). 15 policias hacían falta en 15 puntos de la ciudad para evitar 15 robos.

En una dependencia de la fiscalía gasté 15 minutos diariamente durante 15 días cuando me amenzaron en un correo electrónico y 15 días más tarde me dijeron que ni en 15 días más podrían explicarme quién y por qué lo hacían. 15 veces mis amigos me dijeron que era una broma, y en año y medio (1.5) finalmente lo olvidé.

15 minutos le tomó hacer la petición al F.B.I al funcionario para pedir ayuda a la potencia más grande del planeta para capturar al monstruo bocón.

15 años pidió el fiscal antiterrorismo para el monstruo de la Internet.

15 minutos le toma a Garavito, el colombiano que mató a más de 15 x 15 niños, pedirle a su dios (al de él) que el tiempo vuele para volver a las calles.

15 centímetros cúbicos de excelsa champaña llenaron más de 15 copas para celebrar el triunfo policial. En esta mesa, y después de 15 sorbos, ella, otra madre, dijo:

- Ahora si podemos dormir tranquilos.