
La guerra tiene su matemática.
Uno de los grupos más furibundos seguidores del ex presidente que gobernó mi país con mano de hierro para la pobreza y ojo tuerto para la corrupción regresó con más cifras.
14 fueron sus víctimas, todos policías.
2 puesto asegurado a nivel mundial con la nueva siembra de minas "quiebra patas" (incluidas las paticas de los niños)
La respuesta del nuevo gobierno no se hizo esperar: 120 mil millones de pesos fueron aprobados de inmediato para la compra de munición. No podía ser otra porque gracias al presidente con el corazón y bolsillo grande marcó una tonada que cualquier gobierno posterior al suyo tendrá que silbar.
Hace 40 años prometieron que en 2 tomaban el poder. Ahora se mueren de viejos y sus sucesores son tan mafiosos como Pablo Escobar. Viven de la guerra porque para ellos la paz tampoco es un negocio. La droga es un potosí. Y su mejor socio su rival. El hombre que dejó un país sin instituciones, con un 12% de desempleo pero con un 70 % de aceptación en los corazones de sus ex gobernados.
Para la guerra se necesitan 2. Y como todo número podemos ponerle sus decimales: Paras, narcos, criminales, para-congresistas, referendos inconstitucionales, espionaje a magistrados y detractores, desfalcos al agro, abandono de los desplazados y masacres a indígenas y sindicalistas.
666 es el número de la bestia. Para ir a la batalla hay que tener un enemigo. Para avivar la llama hay que meterle leña. De frío no moriremos.
Tendremos fuego para rato. 2 + 2 = 4